Monday, May 21, 2007

COSAS QUE ME HACEN FELIZ



Hoy recibí un mail electrónico de una amiga. Su nombre evoca paisajes homéricos, andanzas helénicas. Para pronunciar su apellido hay que hacer, mínimo, un curso de modulación de seis meses en la embajada griega. Ella se llama Sofía Athanassopoulos. Su apellido lo escribo de memoria. Lo practiqué. Hice caligrafía con el teclado. Ahora, seguramente, soy de las pocas personas que escribe ese apellido de memoria. A Sofía, gracias, por estas frases que consiguió en una revista mexicana. Son de Juan Villoro. Uno de mis escritores favoritos. Acá comparto el mail con ustedes. El artículo lleva el mismo título de este post.


JUAN VILLORO
Premio Herralde de Novela 2004
Pambolero de hueso colorado, rockero de corazón, periodista y papá. Es un
reconocido autor de la literatura mexicana. Ha publicado tres novelas (El
testigo, la más reciente), cuentos y libros para niños. Dirigió el
suplemento La Jornada Semanal y colabora en medios como Proceso, Letras
Libres, Vuelta y Nexos.

Los recuerdos que llegan con la música
"Me gusta cuando sucede por accidente. Es un placentero enigma poder
recordar lo propio a partir de voces ajenas".

La risa de mi hija
"No hay mejor sistema de comunicación que la sonrisa. Esta dicha se
acrecienta cuando proviene de una persona cuyo destino te interesa más que
el tuyo".

Salir de viaje
"Me gusta sobre todo caminar sin rumbo ni mapas por una ciudad desconocida.
Odio los tours y las visitas guiadas, y disfruto mucho con las sorpresas
que deparan las costumbres de otros sitios".

El café, el agua y el vino
"Son el mejor pretexto para la conversación, elocuente forma de la
felicidad. Creo que la civilización le debe mucho a beber estos líquidos
sencillos que sirven de pretexto para contar historias".

El olor del pasto y el rumor del mar
"Sensaciones elementales, en las que sientes que la naturaleza es un
milagro que te excede".

Las sábanas recién cambiadas
"De niño me sorprendía el instante en que entraba a la cama y sentía la
envoltura limpia y fragante de las sábanas".

Friday, May 4, 2007

La última cena de la lectura fantasma



Fue una extraña sorpresa ver dos novelas que había leído, entre las mejores cien de los últimos 25 años, elegidas por unos 80 escritores de notable talento, entre ellos, algunos de mis autores de cabecera; y críticos latinoamericanos de suntuosa reputación, entre ellos, muchos que han contribuido notablemente a mis dolores de cabeza. Esta actividad tipo ranking de la FIFA se llevó a cabo por los 25 años de la reconocida revista Semana. De las 25 -este número se hace cabalístico- novelas que había leído y están en el Semana Top 100, Los fantasmas y Salón de belleza fueron las que más me sorprendieron por su inclusión.

No sé explicar el motivo.

No quiero decir con esto, que me hayan parecido sin atributos suficientes para estar en este grupo, no soy quien para proceder con tal abominación, sino que ambas novelas, las había yo leído hace poco y aún las digería, las digería como si en vez de haberme devorado 150 páginas entre las dos -el equivalente a una bala fría-, me hubiera comido las obras completas de Tolstoi -el equivalente a cenarse un Mamut encebollado. Entonces, sin aún comerme el postre de esa cena latinoamericana, pedí repetir Los Fantasmas. La degusté el viernes. Aquí les dejo esta frase. Una de las tantas frases que transcribí para mi CaFCE (Catálogo de Frases Candidatas a Epígrafes) de esa pequeña joya de 120 páginas de Aira .

“La clave arquitectónica de la alternativa construido/no construido, la clave refractaria a las analogías, es la huída del tiempo en dirección al espacio. Esta huida es el sueño. (De modo que el de la Patri no por capricho era una arquitectura). Salvo en las fábulas se duerme en una casa. Aunque la casa no esté construida aún. En ese hecho hay una célula, quizá la original, de la vida sedentaria. Y mientras que los hábitos, sedentarios o nómades, están hechos de tiempo, los sueños están libres de él. El sueño es espacio puro, disposición de la especie en la eternidad. Tal exclusividad es la que hace de la arquitectura un arte. ”

César Aira, Los fantasmas.